En la entrada del personal de un importante hipermercado hay un cartel con la siguiente leyenda: “ Por esta puerta entra gente común que realiza cosas extraordinarias”. Esta frase, como mínimo es un halago para aquel que ingrese a trabajar, independientemente de la tarea que vaya a realizar, sea el personal de limpieza, un empleado o un alto ejecutivo. Habla de un reconocimiento al esfuerzo personal y desarrolla desde el momento que se ingresa al ámbito laboral un clima ameno donde realizar la tarea.
No hablemos aquí de motivación, sino de clima organizacional; La motivación, (entendida como el motivo que tiene alguien para llevar a cabo una cosa) está presente en cada uno de nosotros en forma independiente de lo que las organizaciones ofrezcan. Los motivos que me llevan a realizar una tarea determinada son de orden interno y personal. ( Ejemplos: Deseo de superación, incremento económico, querer ser mejor, placer por lo que se hace, Etc.) Lo que cada organización hace para que la persona pueda poner en común todo eso que trae consigo y transformarlo en algo beneficioso para todos se puede entender como lo que se logra mejorando el ambiente de trabajo, el tipo de relaciones interpersonales, los recursos disponibles, se buscará que los intereses personales estén en sintonía con la visión y misión de la organización, es decir que tenderemos a establecer lo que se llama visión compartida.
Esto nos lleva a pensar que en lugar de preocuparnos por cómo motivar al personal, debemos preocuparnos por generar un mejor clima organizacional, un entorno que fomente la acción proactiva y la sinergia, donde la persona pueda expresarse y poner en común ideas, proyectos, mejoras, nuevas maneras de ver las cosas sin sentirse censurados.(Si soy parte de algo y lo siento como propio, el compromiso con los resultados será mayor.)
A veces las organizaciones se quejan de la falta de motivación de los empleados y en lugar de buscar la respuesta en forma directa consultando a la persona, se generan hipótesis de lo que le puede estar pasando: “debe tener problemas familiares”,”personales”, “psicológicos”, pero muy pocas veces se hace una reformulación de las políticas de la compañía en lo que respecta a incentivos y mejora del clima organizacional; Se aplica una misma receta para todos por igual, cuando la respuesta a los incentivos es individual de acuerdo a la realidad personal de cada uno.
Pensemos en el sentido que tendría para un operario de producción tratar de incentivarlo con un postgrado en el exterior donde le sería imposible asistir sin conocimiento fluido del idioma del país de origen , y con pocos recursos económicos. Obviamente no tendría sentido, como tampoco tendría sentido para un gerente general una bonificación anual por resultados de $ 100.-
Tal vez la respuesta no esté en la cantidad del incentivo a otorgar, sino en el grado de utilidad que este tendrá para la persona que va a recibirlo.
Los tiempos han cambiado, el hombre ya no es más un engranaje más de la línea productiva, se interesa, se preocupa por lo que pasa en su entorno, quiere ser parte, necesita sentirse parte de la organización en la que pasa la mayor parte de su tiempo. Pasamos por distintas etapas en el manejo del personal, de dueño a Jefe, de jefe a directivo, de directivo a mánager, de mánager a líder, de lider a coach, la pirámide organizacional se ha ensanchado y las relaciones han cambiado y aún siguen cambiando, se toma conciencia de que antes de empleado, antes de una ecuación, el que está al lado mío en la tarea diaria es una persona que vive, siente y necesita , además de un salario por su tarea, sentirse reconocido como persona.
Néstor Vela.
